Es una deidad creadora múltiple. Dios andrógino, encarnación de la pareja cósmica original, la más antigua de todas las divinidades. Indestructible. Se encuentra al principio y al fin del tiempo.
Posada sobre el agua primigenia y en un tiempo estático, hizo emerger la Tierra y creó el mundo por medio de la palabra. Según el mito, fue despedazada por dos poderosos Dioses. Para consolarla y compensar el daño hecho, los otros ordenaron que de los fragmentos de su cuerpo se originaran los diferentes elementos de la naturaleza y todo fruto necesario para la subsistencia del hombre. De sus cabellos surgieron los valles, ríos, pozos y lagunas, del resto de su cuerpo, los árboles, las flores, las yerbas; las montañas, cavernas y cuevas.
En su representación terrena aparece como una mujer joven, Madre Muchacha, una mujer bella como una reina, de ojos muy, muy negros, oblicuos y anchos, tartáricos, llenos de una dulzura cruel. Una dentadura luminosa aunque un poco irregular. Tiene un cuerpo bello y delgado, con la piel admirablemente oscura, dorada. Se desliza grácil como un pequeño venado. El cabello es negro, largo y lacio. La voz brota de su cuerpo como de una caracola, es profunda y cálida, de terciopelo maravilloso.
Posada sobre el agua primigenia y en un tiempo estático, hizo emerger la Tierra y creó el mundo por medio de la palabra. Según el mito, fue despedazada por dos poderosos Dioses. Para consolarla y compensar el daño hecho, los otros ordenaron que de los fragmentos de su cuerpo se originaran los diferentes elementos de la naturaleza y todo fruto necesario para la subsistencia del hombre. De sus cabellos surgieron los valles, ríos, pozos y lagunas, del resto de su cuerpo, los árboles, las flores, las yerbas; las montañas, cavernas y cuevas.
En su representación terrena aparece como una mujer joven, Madre Muchacha, una mujer bella como una reina, de ojos muy, muy negros, oblicuos y anchos, tartáricos, llenos de una dulzura cruel. Una dentadura luminosa aunque un poco irregular. Tiene un cuerpo bello y delgado, con la piel admirablemente oscura, dorada. Se desliza grácil como un pequeño venado. El cabello es negro, largo y lacio. La voz brota de su cuerpo como de una caracola, es profunda y cálida, de terciopelo maravilloso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario