IN MEMORIAM: VERONICA GUTIERREZ.
Este blog tiene un autor intelectual; bueno, varios; pero, al inicio, tuvo a una sola. Esa es Verónica Gutiérrez, quien alimentó la idea de que lo que pensábamos podría ser un diario publicable en forma impresa dentro de algunos meses (idealmente cuando se estrene la película), merecía ser conocido de manera inmediata gracias al Internet. Ella creó esta página y nos proporcionó después las claves para que nosotros (Julián, Ulises y yo) prosiguiéramos alimentándolo. Fue ella (gran admiradora del trabajo de Julián), quien inició la construcción del blog y colocó nuestros primeros textos. Fue ella, también, una de mis mejores amigas, extraordinaria cinéfila, y primera entusiasta de las causa perdidas del arte.
Incluso, Verónica se mostró inmensamente feliz ante la idea de ser extra en Rabioso sol, rabioso cielo. Por desgracia, cayó en cama, y ahora, varios días después, tenemos que enterarnos de que falleció. Esto ocurrió este lunes, el 16 de Julio de 2007, y yo, por lo menos, no tengo palabras para seguir escribiendo.
Verónica, sin quererlo y sin sospecharlo quizás, es ya parte de este sueño que es Rabioso sol, rabioso cielo. Modestamente, de inicio, contribuyó a alimentarlo, y entre otras cosas me entristece sobremanera que no vaya a estar para ver la película terminada. Después de todo, nadie nos garantiza, a ninguno de los implicados en el proyecto, que estemos al final con vida para verlo. Así es la vida, así de pequeña y efímera, inversamente proporcional al cariño que, me consta, Verónica le tuvo a su tiempo en esta tierra. Me quedo con su lealtad, con su amor al cine y a los deportes, y con su amistad de tantos años (ella es, de hecho, la única amiga sólida y duradera que conservo de mi estancia en la Universidad Iberoamericana del Distrito Federal). Va por ti Vero. Gracias por todo (por este blog, entre otras muchas cosas), y lamento profundamente no ser capaz de redactar para ti (hábil con la pluma además) un texto más articulado para esta ocasión. Descanse en paz.
Joaquín Rodríguez.
Este blog tiene un autor intelectual; bueno, varios; pero, al inicio, tuvo a una sola. Esa es Verónica Gutiérrez, quien alimentó la idea de que lo que pensábamos podría ser un diario publicable en forma impresa dentro de algunos meses (idealmente cuando se estrene la película), merecía ser conocido de manera inmediata gracias al Internet. Ella creó esta página y nos proporcionó después las claves para que nosotros (Julián, Ulises y yo) prosiguiéramos alimentándolo. Fue ella (gran admiradora del trabajo de Julián), quien inició la construcción del blog y colocó nuestros primeros textos. Fue ella, también, una de mis mejores amigas, extraordinaria cinéfila, y primera entusiasta de las causa perdidas del arte.
Incluso, Verónica se mostró inmensamente feliz ante la idea de ser extra en Rabioso sol, rabioso cielo. Por desgracia, cayó en cama, y ahora, varios días después, tenemos que enterarnos de que falleció. Esto ocurrió este lunes, el 16 de Julio de 2007, y yo, por lo menos, no tengo palabras para seguir escribiendo.
Verónica, sin quererlo y sin sospecharlo quizás, es ya parte de este sueño que es Rabioso sol, rabioso cielo. Modestamente, de inicio, contribuyó a alimentarlo, y entre otras cosas me entristece sobremanera que no vaya a estar para ver la película terminada. Después de todo, nadie nos garantiza, a ninguno de los implicados en el proyecto, que estemos al final con vida para verlo. Así es la vida, así de pequeña y efímera, inversamente proporcional al cariño que, me consta, Verónica le tuvo a su tiempo en esta tierra. Me quedo con su lealtad, con su amor al cine y a los deportes, y con su amistad de tantos años (ella es, de hecho, la única amiga sólida y duradera que conservo de mi estancia en la Universidad Iberoamericana del Distrito Federal). Va por ti Vero. Gracias por todo (por este blog, entre otras muchas cosas), y lamento profundamente no ser capaz de redactar para ti (hábil con la pluma además) un texto más articulado para esta ocasión. Descanse en paz.
Joaquín Rodríguez.
1 comentario:
Mi querido Joaquín, a nombre de todos los implicados en esta aventura y "en este sueño", me encantaría poder comunicarte toda nuestra solidaridad y cariño en este momento aciago.
Verónica nos inspiró siempre con su alegría, templanza y su fanatismo por Daniel Craig (obviamente compartido); y tuvo la maravillosa idea de poder comunicar nuestras vicisitudes por estos medios electrónicos, así que esto siempre le pertenecerá y estoy seguro que su recuerdo y espíritu nos acompañarán hasta el final de este camino.
Gracias Joaquín por hacernos conocer a una mujer maravillosa, que siempre estará en mis oraciones. Vaya para ti un fortísimo abrazo y todo mi cariño.
Roberto
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